Un bolígrafo mágico
Antes de empezar el curso Carlos se compró tres bolígrafos: uno azul, uno negro y otro rojo. Cuando empezó a escrbir con ellos observó que el bolígrafo azul ponía las tildes sin que él las pusiera. Carlos se quedó sorprendido y desde entonces siempre empezó a escribir con ese bolígrafo. En lo dictados siempre sacaba dieces y en lo exámenes nunca tenía ninguna falta gracias a su bolígrafo mágico. Con el paso del tiempo observó que si seguía utilizando ese bolígrafo él nunca aprendería a poner las tildes, así que desde aquel momento Carlos no volvió a utilizar ese bolígrafo.
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